jueves, 6 de mayo de 2010

LITERATURA: TSUGUMI OHBA - DEATH NOTE



**spoiler alert**

Para ser mi primera incursión en este género, hacia el cual, admito, conservaba ciertos prejuicios, debo decir que mis impresiones fueron mucho más que gratas. Cada uno de los personajes está muy bien delineado, y no hay quien sobre, o quien aparezca sin un motivo posterior relevante. La sociopatía de Light, escondida tras su constante excusa (no motivo) de desear un mundo mejor, se desarrolla quizás un poco demasiado rápida, y aunque al principio inspiran simpatía sus intenciones, para el volumen tres ya no se le puede ver mas que como un asesino en serie al que la fatalidad proveyó con el arma y la excusa perfectas para matar, y se percibe que está ya completamente fuera de control. Su contraparte L y sus sucesores Near y Mello, representan a la justicia ciertamente, pero también forman parte del juego de orgullos y egos agrandados, cada uno por su motivo particular y su ambición común por ser el número uno. El meollo de la historia no es el hecho de que "la justicia debe prevalecer", sino el: "yo soy más inteligente" o "yo ganaré", y eso se distingue claramente tanto en la última frase de L, quien al morir por un ataque cardiaco, se consuela al decir: "yo tenía razón!" como en las constantes exclamaciones de Light tales como "la victoria es mía", o "yo gané".

El desarrollo de la historia entre los volúmenes 3 a 7 es atrapante; existe una química especial entre L y Light que hace pensar que, de haberse conocido en otras circunstancias, no se habrían convertido en enemigos mortales. Existe incluso un momento de la historia en la que se duda si Light realmente desea matar a L o simplemente se ve precisado a hacerlo, si es que quiere ganar. Sin embargo, para el momento en que esta muerte se da es perfectamente perceptible la fría crueldad del corazón de Light, lleno de egocentrismo y de infantil obsesión por el triunfo.

Existe sin embargo una ligera contradicción en la psicología del personaje de Light que me llama poderosamente la atención, y es su pavor a la muerte. La mayoría de los tiranos son brillantes genios (hasta aquí todo bien) que antes de enfrentar una inminente derrota y su consecuente castigo, prefieren una muerte “digna” y controlada por ellos mismos. Por el desarrollo de su personaje, por sus motivos disfrazados, por su locura, se podría asumir que el mayor miedo de Light Yagami en la vida no era el final de ésta, sino el fracaso; sin embargo, no está dispuesto a sacrificar nada por evadirlo, y tan es así, que cuando éste le muestra su fea cara entra en una crisis de escepticismo e histeria que lo muestran tal como realmente es, sin su máscara de temple, frialdad y raciocinio.

Aunque el volumen 12 se antoja un tanto inverosímil por la forma como Near resuelve la situación, la actitud de Light al saberse perdido, tanto él como su partida, su compostura totalmente quebrada al enfrentar una derrota que no consideró siquiera posible rescatan el capítulo final en cuanto al realismo de esa locura, la cual no vemos aflorar sino en dos ocasiones, ambas detonadas por la misma situación. De igual manera, las reacciones inesperadas de caracteres "tibios" como Matsuda y la evocación de Mello y de Lawliet/Ryuzaki/L le dan el toque emotivo necesario al cierre, el cual se deja un tanto intrigante en cuanto a la teoría de Matsuda sobre Near y a los seguidores de Kira, rindiéndole culto aún después de desaparecido éste.

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